Team Penske despide a su cúpula directiva a días de las 500 Millas de Indianápolis

Team Penske anunció la salida de tres de sus principales ejecutivos de la división de IndyCar, incluyendo al presidente Tim Cindric, el director general Ron Ruzewski y el gerente general Kyle Moyer. Esta decisión llega en un momento crítico, apenas días antes de la edición 2025 de las 500 Millas de Indianápolis.

"Nada es más importante que la integridad de nuestro deporte y nuestros equipos. Hemos tenido fallas organizacionales durante los últimos dos años, y tuvimos que hacer cambios necesarios. Me disculpo con nuestros aficionados, nuestros socios y nuestra organización por haberlos decepcionado".

Antecedentes: una cadena de infracciones técnicas

Este anuncio representa el desenlace de una serie de problemas para la prestigiosa organización. El pasado domingo 19 de mayo, INDYCAR confirmó que los autos número 2 y 12 de Team Penske fueron encontrados con atenuadores modificados, violando la regla 14.7.8.16 que prohíbe alteraciones a estas piezas.

Como consecuencia, ambos vehículos fueron relegados a las posiciones 32 y 33 de la parrilla para las 500 Millas de Indianápolis, además de recibir multas de $100,000 cada uno y la suspensión de sus estrategas para la carrera. J. Douglas Boles, presidente de INDYCAR, fue contundente: "La integridad de las 500 Millas de Indianápolis es primordial, y esta violación a la regla contra modificaciones a esta pieza es clara".

Un patrón de conducta preocupante

Las infracciones técnicas parecen haberse convertido en un patrón para Team Penske. A principios de mayo, el equipo ya había enfrentado sanciones por modificar el sistema "Push to Pass" en los autos de Josef Newgarden y Scott McLaughlin durante el Grand Prix de St. Petersburg, resultando en su descalificación.

En aquella ocasión, se detectó que habían alterado la comunicación de datos que activa el sistema de adelantamiento, permitiendo su uso en momentos no autorizados por las normativas. Como resultado, el mexicano Pato O'Ward fue declarado ganador de esa carrera tras la descalificación.

Las consecuencias a nivel organizacional

Las salidas anunciadas hoy representan un terremoto dentro de la estructura de Team Penske. Tim Cindric, quien se había desempeñado como presidente del equipo durante años, ya había sido suspendido temporalmente a inicios de mayo tras los incidentes en Long Beach, junto con Ron Ruzewski.

En ese momento, el propio Cindric había reconocido la responsabilidad por la falta de controles internos: "Nuestro principal trabajo es proteger y mejorar la reputación de nuestra marca y de quienes nos apoyan".

Roger Penske prometió nuevos anuncios esta misma semana sobre los reemplazos para estos puestos clave, buscando estabilizar el equipo antes de la carrera más importante del calendario de IndyCar, programada para este fin de semana.

El complejo conflicto de interés

Esta situación presenta un escenario particularmente delicado, considerando que Roger Penske no solo es propietario de Team Penske sino también dueño de IndyCar y del Indianapolis Motor Speedway. Esta dualidad como juez y parte ha generado preguntas sobre cómo se manejan los casos de infracciones técnicas cuando involucran a su propio equipo.

La decisión de INDYCAR, presidida por J. Douglas Boles pero en última instancia propiedad de Penske Entertainment Corp., de imponer sanciones severas contra Team Penske parece ser un intento de demostrar transparencia y equidad, evitando cualquier percepción de favoritismo hacia el equipo del propietario de la categoría.

Impacto en la temporada 2025

Las recientes controversias han provocado un daño considerable a la reputación de Team Penske, una de las organizaciones más respetadas en el automovilismo norteamericano. El equipo, que cuenta con Josef Newgarden, Will Power y Scott McLaughlin como pilotos, deberá enfrentar las 500 Millas de Indianápolis con una estructura directiva completamente renovada.

Mientras tanto, INDYCAR ha reforzado sus procedimientos de inspección técnica para prevenir futuras infracciones, dejando claro que -al menos en apariencia- la integridad competitiva es prioritaria para la categoría, incluso cuando afecta al equipo de su propietario.