Tuvieron que transcurrir más de dos décadas para que el Autódromo Francisco Villa de Chihuahua volviera a albergar una fecha de un campeonato nacional de turismos, recordando que la última vez que se corrió fue en las legendarias Copas McCormick y Roshfrans a inicios de los años 2000.
Desde hace varios años, los aficionados de la ciudad de Chihuahua anhelaban la llegada de un evento que los llenara de emoción y los transportara a épocas pasadas. Durante mucho tiempo, se habían escuchado rumores de que algún día, un evento de talla nacional llegaría al Autódromo Francisco Villa, pero siempre resultaba ser solo eso: un rumor.
Sin embargo, después de la larga espera, finalmente llegó la noticia que tanto habían esperado. La ciudad de Chihuahua sería la sede de la segunda fecha del campeonato nacional de la Súper Copa, el cual reuniría a los mejores pilotos de todo el país.
La organización del evento no fue fácil, ya que se necesitaban muchos recursos para llevarlo a cabo, considerando que el autódromo tenía mucho tiempo de inactividad. Sin embargo, gracias al esfuerzo y la dedicación de las personas involucradas en el proyecto, el evento se llevó a cabo con gran éxito.
Este evento contó con una variedad de categorías, desde los poderosos GTM hasta los tractocamiones de gran tamaño, también hubo trans-am, exóticos y pony. Después de seis emocionantes carreras, los aficionados estaban exhaustos pero felices. Habían disfrutado de un gran fin de semana. La multitud se fue a casa con un gran sabor de boca, y ya esperando con ansias que el próximo año la categoría regrese.