El Porsche 911 Establece un Nuevo Récord en los Andes Chilenos

El 2 de diciembre, un evento notable tuvo lugar en la cima de la cresta oeste del volcán Ojos del Salado en Chile. El piloto de carreras Romain Dumas, conduciendo un Porsche 911 especialmente modificado y alimentado por eFuels, alcanzó una altitud de 6,734 metros sobre el nivel del mar, estableciendo un nuevo récord mundial para un automóvil.

Dumas fue apoyado por un equipo internacional de expertos de Chile, Francia, Alemania, Estados Unidos, Canadá y Suiza. Las condiciones extremas incluyeron aire con la mitad de la densidad que a nivel del mar y temperaturas cercanas a los -20°C. La resistencia y la experiencia del equipo, combinada con la robustez del vehículo, fueron cruciales para el éxito de este record.

Los dos Porsche 911, apodados 'Doris' y 'Edith', fueron modificados significativamente para este desafío. 'Edith', el coche que rompió el récord, es una versión más ligera y ágil basada en el 911 Carrera 4S. Con un motor bóxer de seis cilindros de 3.0 litros y 443 hp, este coche demostró ser ideal para las condiciones extremas. Las modificaciones incluyeron asientos de fibra de carbono, arneses de cinco puntos, ejes portal para aumentar la distancia al suelo y una protección especial de fibra de aramida en la parte inferior.

Una característica distintiva de esta hazaña fue el uso de eFuels producidos por HIF Global. Estos combustibles sintéticos, creados a partir de agua y dióxido de carbono con energía renovable, ofrecen un enfoque prometedor para un uso más sostenible de los motores de combustión. Porsche ha mostrado su compromiso con esta tecnología como parte de su estrategia para reducir las emisiones de carbono.

La expedición tomó precauciones extensas en términos de seguridad y aclimatación. Durante dos semanas, el equipo se adaptó gradualmente a la altitud, mientras monitoreaba su salud con dispositivos de seguimiento avanzados. Los coches, equipados con sistemas que ajustan automáticamente el suministro de combustible a la altitud, se comportaron de manera ejemplar en estas condiciones rigurosas.

El ascenso final hacia la cima fue un proceso meticuloso y desafiante. El equipo enfrentó terrenos difíciles, incluyendo campos de rocas y ceniza volcánica. La tracción en las cuatro ruedas del 911 y su capacidad para mantener el agarre en estas condiciones fueron cruciales para el éxito de la misión.