Ford Performance está a punto de dejar su huella en la 101° edición del Broadmoor Pikes Peak International Hill Climb. Un escenario donde la adrenalina se fusiona con la electricidad, y el rugido de los motores es reemplazado por el zumbido sigiloso de la nueva era automotriz: la Ford SuperVan 4.2. En un evento auspiciado por la destreza y la destemplanza, donde la gravedad desafía la ambición humana en cada recodo de la montaña, la escena está lista para recibir a la protagonista eléctrica. La SuperVan 4.2, resultado de la colaboración magistral entre Ford Performance y los maestros en innovación automotriz de STARD Advanced Research and Development, se alza como un testimonio de la capacidad de los vehículos eléctricos para conquistar los límites de la competición.
Este es el momento en que los motores eléctricos toman el centro del escenario, y la SuperVan 4.2 se eleva como una manifestación futurista del poder y la innovación. Su diseño se ha forjado en el crisol de la aerodinámica y la estrategia de ascenso, con cada detalle esculpido para desafiar a la montaña y dominarla. Un alerón trasero de fibra de carbono y un divisor delantero, como alas guardianas, anclan la SuperVan 4.2 en las sinuosas carreteras que se elevan hacia el cielo. El chasis se ha despojado de su peso, y cada componente trabaja en armonía para lograr el equilibrio y la agilidad necesarios en las curvas peligrosas que caracterizan la ruta.
En el corazón de esta máquina eléctrica late una pulsación de energía sin igual. El tren motriz, refinado y optimizado, respira con la fuerza de tres motores STARD UHP, con el espíritu de la montaña encendiendo sus circuitos. Células de bolsa de polímero de litio de ultra alto rendimiento NMC de STARD forman el núcleo energético, donde se amalgaman más de 1,400 caballos de fuerza. Este impulso es el alma de la SuperVan 4.2, un rugido silente que se eleva con el ímpetu de la regeneración de 600 kW, encendiendo el camino hacia un nuevo futuro energético.
Cada esquina de la SuperVan 4.2 es un testimonio de su dedicación a la victoria. El sistema de frenado regenerativo se renueva, los discos de freno cerámicos de carbono aguardan la orden, los rines de magnesio con neumáticos Pirelli P Zero™ esperan la llamada al deber. Incluso el interior se vuelve un testimonio de minimalismo, donde cada gramo de peso no esencial es sacrificado en el altar de la velocidad.
En la encrucijada de historia y futuro, tradición y innovación, la Ford SuperVan 4.2 se alza, lista para desafiar la montaña y acelerar hacia la victoria. Con cada centímetro de su estructura, pulsa la pasión de Ford y STARD por la excelencia, una sinfonía de ingenio y potencia que resonará en la memoria de Pikes Peak International Hill Climb por generaciones venideras.
